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¿Por qué mi pareja no me busca sexualmente?

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Las relaciones de pareja atraviesan diferentes etapas, y es común que en algún momento el deseo sexual disminuya y genere molestias o preocupaciones.
Una de las inquietudes más frecuentes es cuando una de las partes nota que la otra no la busca sexualmente. Este cambio puede ser confuso, generar inseguridades o incluso crear tensiones en la relación. Es importante abordar esta situación desde una perspectiva comprensiva y tratar de identificar las causas posibles para encontrar una solución saludable.
Si luego del diálogo las cosas no cambian, es importante buscar ayuda profesional para evitar una crisis en la pareja. Un psicólogo experto en Terapia de Pareja puede ayudarlos para mejorar la comunicación y recuperar el deseo sexual

Causas emocionales y psicológicas

Estrés o ansiedad

El estrés es uno de los principales factores que puede afectar el deseo sexual de una persona. Problemas en el trabajo, presiones financieras o preocupaciones personales pueden llevar a una sobrecarga emocional que disminuya el interés por la actividad sexual.

Depresión

La depresión es otra causa común que puede afectar tanto el deseo sexual como la conexión emocional con la pareja. Quienes sufren de depresión pueden perder el interés en muchas áreas de su vida, incluida la sexualidad, debido a la falta de energía o de motivación.

Problemas de autoestima

Si una persona no se siente bien consigo misma o atraviesa problemas de autoestima, es posible que evite el contacto sexual por temor a ser rechazada o juzgada. Los cambios físicos, el aumento de peso, o incluso el envejecimiento pueden generar inseguridades que interfieren con la intimidad.

Conflictos no resueltos en la relación

Es difícil mantener una relación sexual activa si existen conflictos o resentimientos no resueltos entre la pareja. La falta de comunicación, discusiones frecuentes o diferencias sin resolver pueden generar una distancia emocional que afecta el deseo sexual.

Factores físicos y de salud

Fatiga y agotamiento físico

El cansancio excesivo, ya sea por responsabilidades laborales, el cuidado de los hijos o incluso por falta de sueño, puede disminuir el deseo sexual. Cuando el cuerpo está exhausto, es difícil encontrar energía para la intimidad.

Desequilibrio hormonal

Los cambios hormonales, tanto en hombres como en mujeres, pueden afectar la libido. Por ejemplo, en las mujeres, la menopausia o el postparto pueden traer consigo una disminución en el deseo sexual. En los hombres, la disminución de testosterona también puede influir en el interés sexual.

Problemas de salud crónicos

Enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión o problemas cardíacos pueden tener un impacto directo en el deseo sexual. Además, los medicamentos que se usan para tratar estas condiciones a menudo tienen efectos secundarios que reducen la libido.

Disfunción eréctil u otros problemas sexuales

Los hombres que experimentan disfunción eréctil u otros problemas sexuales pueden evitar el sexo por miedo a fracasar o sentir vergüenza. En lugar de discutir el problema con su pareja o buscar ayuda médica, algunos optan por evitar la intimidad.

Factores externos y de estilo de vida

Rutina y monotonía

Con el tiempo, la vida sexual de una pareja puede volverse rutinaria, lo que lleva a una disminución en el interés. La monotonía en la cama puede hacer que uno o ambos miembros de la pareja pierdan la motivación para iniciar encuentros sexuales.

Exceso de responsabilidades

Las responsabilidades diarias pueden ocupar tanto tiempo y energía que la sexualidad quede relegada a un segundo plano. El cuidado de los hijos, la administración del hogar o los compromisos laborales pueden consumir la energía necesaria para mantener una vida sexual activa.

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Uso excesivo de tecnología o distracciones externas

El uso excesivo de teléfonos móviles, redes sociales o la televisión pueden interferir en la intimidad de la pareja. En lugar de dedicar tiempo a la conexión emocional o física, muchas personas optan por distraerse con dispositivos electrónicos, lo que crea una barrera en la relación.

Impacto en la relación de pareja

Cuando uno de los miembros de la pareja no busca sexualmente al otro, puede generar inseguridades, frustraciones o dudas sobre la relación. Es común que la persona que se siente rechazada se pregunte si algo anda mal con ella o si su pareja ha perdido el interés. En algunos casos, esto puede llevar a la creencia errónea de que la pareja está buscando a otra persona o que hay problemas más profundos en la relación.

Cómo abordar el tema con la pareja

Comunicación abierta y sincera

Es fundamental abordar el tema con sensibilidad y sin hacer suposiciones. Preguntar directamente a la pareja cómo se siente y qué factores pueden estar influyendo en su deseo sexual puede abrir la puerta a una conversación honesta. Evitar culpas o acusaciones es esencial para mantener un diálogo constructivo.

Explorar nuevas formas de intimidad

Si la rutina o la monotonía están afectando la vida sexual, es importante buscar maneras de reavivar la chispa. Experimentar con nuevas actividades o escenarios que promuevan la intimidad emocional puede ser un buen comienzo para reconectar.

Buscar ayuda profesional

Si la pareja no puede resolver la situación por sí sola, es recomendable acudir a un terapeuta de pareja o sexólogo. Estos profesionales pueden ayudar a identificar las causas subyacentes y proponer soluciones adecuadas para cada caso.

Consejos para reavivar la intimidad

Recuperar el romance

El romance no debe limitarse a los primeros meses de la relación. Sorprender a la pareja con detalles, pasar tiempo de calidad juntos y recordar los momentos que los unieron al principio puede ayudar a reavivar la conexión emocional y, por ende, la sexual.

Priorizar el tiempo en pareja

Es fundamental hacer un esfuerzo consciente por dedicar tiempo a la pareja. A veces, planificar una "cita" como en los primeros días de la relación, o simplemente desconectar de las distracciones tecnológicas, puede hacer una gran diferencia.

Conclusión

Enfrentar una disminución en la actividad sexual de la pareja puede ser desafiante, pero es importante recordar que muchas veces las causas están relacionadas con factores externos o emocionales que pueden ser solucionados con paciencia y comprensión. Lo más importante es no dejar que el problema se agrave y abordar la situación con empatía, comunicación y, si es necesario, con la ayuda de un profesional.

Preguntas frecuentes

1. ¿Es normal que el deseo sexual fluctúe en una relación? 

Sí, es completamente normal. El deseo sexual puede variar según la etapa de la relación, las circunstancias personales o los cambios físicos y emocionales.

2. ¿Cómo puedo hablar con mi pareja sobre nuestra falta de intimidad sin que se sienta atacada? 

Es importante hablar con calma y sin juzgar. Expresa tus sentimientos desde un lugar de empatía y asegúrate de escuchar sus perspectivas también.

3. ¿Cuándo debería considerar buscar ayuda profesional? 

Si después de hablar con tu pareja no encuentran una solución o si el problema está afectando gravemente la relación, puede ser útil acudir a un terapeuta especializado.

4. ¿La falta de sexo significa que mi pareja ya no me ama? 

No necesariamente. El amor y el deseo sexual no siempre están vinculados, y muchos factores pueden estar afectando la libido sin que ello signifique una pérdida de amor.

5. ¿Qué puedo hacer si mi pareja no reconoce que hay un problema?

Intenta abordar el tema desde una perspectiva de preocupación compartida por el bienestar de la relación y sugiere buscar ayuda conjunta.

6. ¿Es posible recuperar una vida sexual activa después de una pausa prolongada? 

Sí, con esfuerzo y disposición de ambas partes, es posible reavivar la intimidad y recuperar una vida sexual satisfactoria.

Referencias bibliográficas

Psicólogo clínico Leonardo Paradela

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